Como bien dijo el gato Garfield "odio los lunes". La cosa es que desde la tarde-noche del domingo ya se siente medio feo porque ya empieza la semana. No es nada alentador.
El lunes hay una tendencia a hacer las cosas mal. La verdad es que, en lo personal, siempre se hace tarde. Me levanto tarde, salgo tarde de casa y todo da flojera. Por consideración a todos, el día lunes debería recorrerse la entrada al trabajo o escuela, por lo menos una hora.
La consecuencia directa de "andar a las prisas" -frase muy de señora-, es igual a estar de mal humor gran parte del día. Las desgracias se incrementan cuando el lunes hay marchas o alguien se mata en el metro. Así es más dramático.
Definitivamente los pocos que se evitan esos trances son los albañiles y carpinteros (no es discriminatorio ni nada, pero así se las gastan algunos). Ellos gozan en gran medida del "San Lunes", se toman el día libre para iniciar bien la semana -no trabajando-. Deberíamos aprender de ellos.
Siempre está la tarea que se olvidó hacer el fin de semana o los pendientes que ya esperan en la -odiosa- oficina. Y pues ya luego vienen los reclamos y regaños de todo tipo. Lo mejor del Lunes viene cuando ya se acaba el día. Superado dicho día, el resto de la semana es mas pasadero.
Que asco. Pero yo igual odio los lunes, como Garfield.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
showme some love!!!